Traducción – Español

Ojo con los falsos amigos

Puesto que el español siempre ha mantenido sostenidos contactos con otras civilizaciones, se ha convertido en un conjunto lexical de palabras procedentes de numerosas lenguas: paleo-hispánicas (íbero, hispano-céltico), galo, vascuence, árabe, latín, castellano, y también a lenguas amerindias (como consecuencia de la conquista de las Américas por el Imperio español).

Por su origen latín común, el español y el francés se parcen morfológicamente. Pero la intercomprensión permanece muy limitada, aunque se vea facilitada en su forma escrita, debido al carácter arcaizante de la ortografía francesa. Como las demás lenguas románicas, el español usa el alfabeto latín y recurre a signos diacríticos y dígrafos para completarlo. Comparte con las otras lenguas románicas la mayor parte de las evoluciones fonológicas y gramaticales características del latín vulgar, por ejemplo, el abandono de la cantidad vocálica, la pérdida de las declinaciones y la desaparición de los verbos deponentes.

En comparación con las otras lenguas románicas, el español cuenta con una tipología sintáctica muy libre y con restricciones mucho menores con respecto al orden de las palabras en las oraciones. Generalmente, el sistema de conjugación del español sigue muy parecido al del latín a nivel morfológico.